Este curso 2020-2021 a pesar de la compleja situación que estamos viviendo hemos seguido derivando, ajustando la metodología para hacerlo tranquilas y disfrutando.
Rescatamos dos Derivas especialmente potentes para nosotras.
Con la Asamblea de mujeres de Ermua estuvimos indagando sobre los cuidados en el municipio. Cómo, dónde, quiénes están cuidando; qué ha sucedido durante la pandemia; cómo queremos cuidar y que nos cuiden; qué propuesta feminista queremos construir juntas en torno a la idea del derecho colectivo al cuidado… Todo el trabajo y el recorrido que hicimos juntas se concretó en un documento buzoneado a todo el municipio.
El segundo proceso es el que hemos realizado con Mujeres del Mundo en Bilbo. En este caso hemos acompañado la reflexión del colectivo en torno a la precariedad en las vidas de las mujeres migradas. El grupo ha podido nombrar las diferentes dimensiones de esta precariedad en los cuerpos, en lo laboral, en lo material, en las relaciones… y hemos recorrido la ciudad para conocer propuestas que estén enfrentando estas situaciones. La Deriva nos ha permitido fortalecer el colectivo y seguir explorando las potencias de esta metodología.